viernes, 13 de julio de 2007

Identidad visual: forma, función y emoción




“La existencia más mediocre está plagada de símbolos. El hombre más realista vive de imágenes… los símbolos pueden cambiar de aspecto; su función permanece la misma. Se trata sólo de descubrir sus nuevas máscaras”. Mircea Eliade


DESIGNAR
Antes de ser nombrado o de-nominado ningún objeto, sujeto o realidad posee identidad. El problema de la identidad es un problema de significado, de de-signio. Podemos organizar la realidad por su generalidad, su significación abstracta, sin embargo, para dotar de identidad y hacer reconocible un ente de la realidad hay que poder atribuirle significaciones complejas y específicas. Este es un acto de humanizar, de personalización y de significación individual; un acto de caracterizar.

Nombrar el objeto es convertirlo en palabra, es hacerlo legible; es situarlo en el terreno de la comunicación. El hecho de marcar (signar) a un objeto lo aleja de la simple imagen. Esta aplicación transforma el objeto en “símbolo” y este adquiere la capacidad de autoreferencialidad. Por esta razón podemos afirmar, sin ninguna duda, que la marca “es” lo que representa.

ACTO DE CONOCIMIENTO
En el desarrollo de la identidad reconocemos un doble proceso: el reconocimiento de lo propio y el conocimiento de lo otro. Este proceso sitúa al objeto frente así. Diseñar es un acto de conocimiento, que pretende analizar y descubrir los atributos que posee el objeto. Esta acción trata de atribuirle los caracteres y valores que le son afines para que los demás lo reconozcan. El diseño de identidad plantea “visualizar” lo que la cosa es, diferenciándola de todo aquello que no es.

EL CONTEXTO
La expresión visual de una identidad está dentro de su contexto estético contemporáneo. Proyecta el momento determinado en el que se desarrolla y está ligada a esa perspectiva espacio-temporal (contexto estético) y conceptual (contexto de significados). Por tanto, investigar su contexto cultural y estético nos ayuda a definir el estilo visual del diseño y a elegir un modelo de representación adecuado.

ESENCIA=IDENTIDAD
Diseñar identidad es comprender el significado pleno de las representaciones y profundizar en sus aspectos simbólicos e iconográficos. Diseñar identidad no es representar al azar o por motivos meramente decorativos o estéticos, sino buscar significados concretos que identifiquen, complementen y expliquen lo que está sucediendo.

En la formalización gráfica del logo y de sus elementos de identidad visual no hay adornos. Cada elemento por pequeño que sea tiene su intención, su significación dentro del conjunto; y ayuda a completar o a explicar la idea. Todo es funcional en su esencia y nunca se utilizaran elementos meramente decorativos. Es decir, función, usabilidad y forma estética van indisolublemente unidos. Esta unidad es fundamental.

El aspecto formal del diseño (aplicado a logos, marcas, símbolos…) si quiere ser consecuente debe expresar la esencia, lo que es en sí la cosa. Así, el diseño no será un añadido superficial, un ornato, sino la representación visual del objeto mismo. Desde este punto de vista, podemos decir que, el símbolo “representa”, es de alguna manera el objeto y no lo reproduce de forma idéntica, no es una mímesis. Este concepto nos sitúa en el ámbito de la reproducción y la repetición, conceptos ligados y facilitadores a la hora de la memorización y el reconocimiento.

Hacer comprensibles los rasgos de identidad con el diseño es reflejar la esencia aplicán-dole una determinada forma visual. El diseño de identidad busca autosignificarse frente a las demás realidades formales. Expresa los elementos que nos ayudan a entenderlo y conocerlo (forma, color, estilo, palabras, conceptos) desde dentro. Es autoreferenciable. El diseño de identidad necesita un estilo de expresión y comunicación que le sean genuinamente propios.

En resumen, construir una identidad es una acción que parte de dentro hacia fuera, de los rasgos esenciales que le dotan de sentido, a los accidentes contextuales que le sitúan en un determinado contexto de significados. Se parte del autorreconocimiento para posteriormente comunicarse con los otros.

COHERENCIA CONCEPTUAL/GRÁFICA
Un diseño es coherente cuando expresa la esencia simbólica de la identidad y la proyecta directamente y con claridad. La coherencia exige la valoración de todos los elementos y su utilización de una forma adecuada. En nuestro trabajo, debemos situarnos en una perspectiva de sentido que proponga el equilibrio, la coherencia y la representación clara de las cosas; es lo que podemos denominar “sentido del orden”. Para FHK Henrion la clave de la identidad corporativa es que proyecte su filosofía y la haga comprensible a su público.

SIMPLICIDAD
“Minimize the message and maximize the application” Bart Crosby

Chris Ludlow señala positivamente el dato de que las identidades corporativas son cada vez más sofisticadas y están más sistematizadas, enfatiza sin embargo que la estandarización de los modelos de representación ha creado un mundo saturado de identidades y simbologías. Como respuesta a este hecho, destaca que la simplicidad es esencial para conseguir el impacto, ayuda a cohesionar los elementos visuales y facilita su aplicación. Simplicidad sería igual a unicidad.

Bart Crosby percibe la misma problemática al proponer que frente a la complejidad y el crecimiento del mundo, las empresas deberían buscar una mayor simplicidad y claridad en sus identidades y en sus comunicaciones. Propone que los estilos cambiarán, mientras que los elementos clave para comunicarse e identificarse como son: la simplicidad, la claridad, la ingenuidad y el humor, se seguirán aplicando en el futuro.

“Desde una perspectiva formal podemos afirmar que la esencia de la marca es la de su pura imagen”. Así, por ejemplo, a la hora de diseñar un símbolo, la simplificación y el aislamiento geométricos contribuyen a atraer la atención de una forma más fuerte, creando un “campo de fuerza” que actúa como imán para el ojo.

RACIONALIDAD EMOCIONAL
El diseñador contemporáneo necesita un soporte de información objetiva mayor y el control de los datos relevantes para conocer la empresa. Es necesario un diseño inteligente y racional para enfrentarse a la complejidad del mundo. Sin embargo,
la intuición sigue siendo la herramienta esencial para encontrar una solución. La razón sin el estímulo de la creatividad, la ingenuidad y la curiosidad nunca darán lugar a un diseño racional y emocional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

puto friki mierda