martes, 30 de diciembre de 2008
Historia de la buena
Reseña de Historia de un incendio. Arte y Revolución en los tiempos salvajes. De la Comuna de París al advenimiento del punk. de Servando Rocha. La Felguera. 2006
Maese Huvi
Rebelión
Hace ya más de un siglo y medio que Karl Marx y Friedrich Engels escribieron el Manifiesto Comunista, cuya primera frase, «un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo», se fue materializando en los años siguientes hasta convertirse en la verificación de una realidad: la del impulso decidido del movimiento obrero revolucionario por destruir el nuevo régimen surgido de la Revolución Francesa, por hacer añicos el mundo burgués. Ese fantasma recorrió efectivamente Europa durante décadas, obligando a la burguesía a mostrar su verdadera cara, a desplegar toda su sangrienta maquinaria para devolverlo a las catacumbas de las que salió. Allí descansa esperando el momento en que pueda ser de nuevo conjurado.
Casi al mismo tiempo surgía otro movimiento, el romanticismo, que también trataba de socavar las bases de ese nuevo mundo, si bien su punto de arranque era otro distinto, el del arte. Pero su visión del arte implicaba una nueva concepción del mismo y de sus relaciones con la vida, tratando de emanciparse de su reducción a mercancía de consumo de la naciente burguesía. El romanticismo puede ser considerado con justicia la primera vanguardia artística. En la vida de sus grandes animadores, más incluso que en sus obras, encontramos las notas que animaron una sinfonía que ensordeció el mundo, la del arte revolucionario. La crítica del positivismo y de la razón utilitaria, la insumisión a las formas de vida burguesa y la búsqueda incansable de un reencantamiento del mundo están en la base de la mayoría de las vanguardias del siglo XX, que se esforzarán por desarrollar en toda su plenitud ese potencial, especialmente en el período de entreguerras.
Socialismo y arte revolucionarios inician pues un camino común, pero ese camino está lleno de bifurcaciones, de senderos que no llevan a ningún sitio, de atajos que en vez de acortar distancias las alargan hasta el infinito. Es ésta una relación compleja, problemática, llena de malentendidos, de desconfianzas mutuas, de oportunidades perdidas y, finalmente, de derrotas. Pero cuando ambos caminos se cruzan, formando una encrucijada, todas las posibilidades se abren de pronto, y un fogonazo hace temblar el mundo y el fuego ilumina la noche con una claridad que deslumbra. Así sucedió durante la Comuna de París. Cuando anarquistas y socialistas se encontraron, codo a codo en las barricadas, con pintores y poetas, unos y otros comprendieron que ya nada volvería a ser igual. Nada volvió a ser igual para Courbet después de participar en la demolición de la Columna Vendôme. Nada volvió a ser igual para el joven Rimbaud. Nada podía volver a ser igual para la poesía. Ninguna revolución puede ya concebirse sin poetas, mas no para cantar sus alabanzas, sino para participar activamente en la demolición de todas las columnas, de todos los muros.
«Transformar el mundo» (Marx) y «cambiar la vida» (Rimbaud). Cuando estas dos máximas se funden, cuando aquella dimensión materialista y socialista y aquella otra fundamentalmente romántica y poética de la vida alcanzan una efectiva relación de afinidad electiva, se abre una ventana a la utopía que nos muestra que todo es posible. Así lo entendieron los surrealistas y a ello consagraron todas sus fuerzas. Así ha sucedido en breves (pero radicalmente intensos) períodos históricos. ¿Y por qué no ha de ser posible aún hoy?
El rastreo de las impresiones que esa ventana abierta al infinito de lo posible ha dejado en la historia es la pretensión de Historia de un incendio. No es éste un libro más sobre las vanguardias artísticas, pues lejos de toda falsa objetividad académica y de todo intelectualismo autocastrante, hallamos en él una mirada cómplice, apasionada y lúcida, que indaga en el pasado pensando en el presente. A través de sus páginas asistimos a vertiginosos saltos en el tiempo y en el espacio que nos trasladan de la Comuna de París al mayo setentayochista, del París de los surrealistas a la Inglaterra de los Sex Pistols, todo ello sin provocar el vértigo de lector, porque, como pocos libros hacen, aquí se le concede al lector la dignidad que le ha sido arrebatada, la de interlocutor, la de sujeto activo. Así pues, esta historia no es una historia, sino muchas historias unidas por un hilo invisible, por una mirada dialéctica al pasado que hace efectiva la fórmula benjaminiana de dar «un salto de tigre hacia el pasado», salto que permite que el pasado ilumine, aunque sea fugazmente, este presente oscuro.
Historia de un incendio no es, por tanto, una guía de movimientos artísticos o un manual de historia; es una invitación a descubrir esa «dialéctica de la ebriedad» que nos habla de la posibilidad de una vida radicalmente distinta a la que nos obligan a llevar, es un arma cargada, presta a ser utilizada. De modo que nadie busque aquí arquelogía, de lo que se habla es de revolución y de utopía y éstas siguen vivas, aunque las hayan querido enterrar. Entre sus páginas quizás podamos encontrar alguna de las claves que nos permitan completar la fórmula mistérica que, cual Golem, haga revivir a los viejos fantasmas, dotándoles de savia nueva, para volver a agitar el miedo de la burguesía.
viernes, 28 de noviembre de 2008
Fake / Pictopia skull
BAC! 08 / RÉVEILLE-TOI!
Por Charo Mora
Despiértate, revélate… o las dos cosas al mismo tiempo, con este juego de palabras el BAC invita en su novena edición a la reflexión y toma de conciencia, por ello el tema de la muestra se plantea esta vez como una consigna que invita a la acción más allá de la contemplación, de la mano, por supuesto, de sus viejos aliados el arte y el pensamiento. La muestra con obras de artistas de los cinco continentes hace referencia a los efectos que el consumo ejerce sobre las masas, a su capacidad de adocentamiento y muy especialmente a su poder de narcosis y de distorsión de la realidad. Un fenómeno que se agudiza en la última década, en la que el capitalismo neoliberal ha mostrado su cara más voraz y en la que en consecuencia se ha configurado una cultura de consumo desaforado y desmesurado.
Pero despertar ¿para qué?. No es que consumir sea pernicioso, es que cuando no se habla, interesa, ni impulsa a otra cosa o dirección al individuo, se dibuja un mapa de la realidad reducido en el que se obvia el resto de las vías y posibilidades de expansión y desarrollo del mismo. El campo de posibilidades del sujeto se reduce a la de consumir y, por otra parte, la visión de la realidad que el sistema registra y comunica es parcial. No se miente pero tampoco se cuenta toda la verdad y en este contexto el consumo se convierte en un mecanismo de control. La acumulación en esta fase del capitalismo se convierte en el símbolo que mejor lo define, quizá sea por eso por lo que es un recurso habitual de los artistas tanto en sus obras como en su discurso. Ya sea ésta de bolsos ultralujosos de series limitadas como de basura, la acumulación pone en un primer plano la confusión que se da en este sistema entre la conciencia de lo necesario y el puro reflejo convulsivo de consumo, ilusión que revela la pérdida de valor que sufre el objeto frente al hecho de consumir. Una acción que puede ser tan infinita y desoladora para el ser humano como una suma de ceros.
El exceso invierte los valores de necesidad y utilidad, pone en evidencia que se ha invertido el orden de las cosas de quién sirve a quién, si el objeto al sujeto o viceversa, siendo el objeto en este sistema no sólo el que califica al sujeto sino el que le otorga la identidad. Por sus acumulaciones los conoceréis… El “consumo luego existo” aparece como el enunciado del nuevo rito iniciático que en una sociedad en que todos estos rituales han sido prácticamente abolidos reconoce al sujeto como individuo. La consigna ocupa un vacío en la estructura social para generar otro todavía mayor. Como cita Eva Patricia Gil Rodríguez en su texto “Simulacro, Subjetividad y Biopolítica; De Foucault a Baudrillard” “Dentro de nuestras sociedades actuales, donde el poder hegemónico parece tener como objetivo que el consumo acabe siendo el eje central de identificación”.
El empeño por mostrar una parte concreta de la realidad y por ende de la sociedad denota, también la voluntad de elegir unos determinados modelos de comportamiento y por supuesto estéticos a seguir a los que tanto se está referenciando en los últimos cinco años, desde los medios de comunicación. Solo hay que pensar la cantidad de minutos televisivos y centímetros de papel en la prensa escrita dedicados a hablar de la vida, costumbres, milagros y estilo de una parte de la sociedad, y los dedicados a los descubridores de nuevas vacunas, médicos eminentes, pensadores preclaros o escritores entre otros componentes de la sociedad que parecen ser de menos tirón para las audiencias. Del cómo se ha ido distorsionando la justificación de que un sujeto ocupe minutos televisivos hemos sido espectadores directos toda la sociedad en los últimos años.
En la actualidad es un hecho que ocupar espacio mediático es una cuestión que se define más por el estar que por el ser. Y es que las sociedades de consumidores frente a las sociedades de productores en palabras de Bauman, “posibilita que haya muchos mirando a unos pocos” y que por lo tanto estos sean los que establezcan los modelos de comportamiento. El caso es que mientras el sistema al completo indica en una dirección, la sociedad no está mirando en otras, así que quizá ya sea hora de ir despertando.
lunes, 17 de noviembre de 2008
Nudie & Amnistía Internacional
La revista Actitudes en su blog "actitudesonblog" presentan el proyecto de moda y activismo "Nudie-Jeans".
AMNISTIA INTERNACIONAL & NUDIE
DISEÑO POR UN MUNDO MEJOR
Creemos que hay que poner atención en los derechos humanos en ésta época la que la opresión ha pasado a formar parte de el día a día de tanta gente. ¿Que efecto ha tenido la declaración de los derechos humanos de las Naciones Unidas? ¿Que ha pasado en durante los 60 años desde su nacimiento? ¿Como de familiarizados estamos con su contenido? Desde que fundamos Nudie Jeans en 2001 hemos estado trabajando de cera con Amnistía Internacional en Suecia. Cuando decidimos hacer algo para simbolizar los derechos humanos era un hecho natural el hacerlo con ellos.A nuestros representantes alrededor del mundo se les encargó preguntar a fotógrafos, artistas, etcétera que pensaran en estas cuestiones; basándose en sus respuestas cada uno hizo una ilustración para un artículo.
Todos los diseñadores que formaron parte del proyecto donaron su trabajo por la causa de Amnistía, quien lucha día a día por los derechos humanos. En Nudie-Jeans hemos escogido usar la ilustraciones en 30 camisetas diferentes, una para cada uno de los artículos de la declaración de las Naciones Unidas. Por cada camiseta de “lucha por los derechos humanos” vendida Amnistia recibe 100 sek (11 euros). Este aumento respecto al año pasado (en que se daba la mitad –5’50 euros – por cada camiseta) ha sido posible por que todos los que están involucrados en el proyecto han acordado reducir o en algunos casos hasta renunciar a sus honorarios en beneficio de Amnistía Internacional. El dinero obtenido de las vendas lo administrará la delegación sueca de A.I. y luego será distribuido en el país donde se vendió cada camiseta.
Las camisetas están hechas de algodón cultivado 100% orgánicamente y se fabrican en Portugal. Estamos planeando comenzar un foro donde tu podrás plasmar tus propias experiencias o ilustraciones –todo como parte de nuestros esfuerzos para no olvidarnos de los derechos humanos.
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www.un.org/overview/rights.html
www.amnesty.se/humanrights
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viernes, 14 de noviembre de 2008
El ojo crítico (Rafael Iglesias)
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Presentación del OJO CRÍTICO
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FNAC
Avda. de la Constitución, 8.
Sevilla
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19:00 h. Sábado 22
Noviembre 2008
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Esta publicación contiene las secuenciales colaboraciones de opinión visual, en forma de página semanal, publicadas en Cambio16 desde noviembre de 2007 a agosto de 2008.
Aunque se tratan diversos temas de actualidad coyuntural a su edición, la mirada de su autor reitera un discurso crítico alusivo fundamentalmente a tres temas recurrentes: la manipulación interesada del auténtico legado cristiano por la Iglesia vaticana; la derecha anacrónica y demagógica, torpe y cerril, que padecemos como oposición al gobierno, y una obsoleta monarquía, heredada del oscuro pasado, necesariamente prescindible en el camino democrático. A veces diseño, otras con formato ilustración, pero estas "impresiones" son siempre expresión gráfica analítica y sinceramente feroz, explícita y fuera de un lenguaje políticamente correcto.
No vaya a ser que se confundan buenas formas con hipocresía o interesada desidia.
PRÓLOGO
Conozco a Rafael Iglesias desde los tiempos de la movida, desde aquel veranobdel 82 en el que Miguel Ríos nos pedía a toda una generación imaginación y rebeldía para impulsar una profunda transformación social que hiciera posible el cambio, la libertad y la democracia después de décadas de oscurantismo e ignominia. Salíamos del largo y oprobioso túnel de la dictadura y aún andábamos deslumbrados y queriendo aspirar de golpe todo el aire fresco que pudiéramos atraer a los pulmones. Primero supe de su trabajo, de su capacidad creativa, de su espíritu crítico, de su inquietud revolucionaria, de su actitud provocadora, de su inequívoca apuesta por la cultura y el arte. Paulatinamente fui conociendo a la persona y ganando su amistad. No fue complicado congeniar con alguien cuya generosidad, entrega y sensibilidad elevan a carta de naturaleza su condición humana, sostenida por un sentido irrenunciable de la solidaridad y la justicia. Lo realmente difícil fue seguir su vertiginoso ritmo vital y su agitación intelectual que lo convierte en un depredador de ideas, un renovador constante, un genio a contracorriente. Cuando mucho tiempo después me propuso publicar en Cambio16 una sección fija bajo el título de El Ojo Crítico, creía que era una broma. Él insistió. Entonces, le miré fijamente y le respondí: ³Estás loco... ¿Quieres que nos metan en la cárcel?²
Ha transcurrido casi un año desde entonces y aún nos paseamos a cuerpo por la calle, a pesar de que a más de uno le hubiese gustado vernos entre rejas simplemente por atrevernos a pensar de otra manera y mover a otros a hacerlo, por creer que otro mundo es posible, por generar una opinión plural y crítica, objetiva y veraz en una sociedad adormecida y falsa en la que los medios de comunicación han renunciado a ejercer como mecanismos de control y garantía de transparencia democrática para convertirse en correas de transmisión de los poderes fácticos, cómplices necesarios de una mundialización cuya burbuja financiera acaba de romper en pedazos el futuro, un nuevo orden global que permite la libre circulación del capital pero no de las personas, a las que criminaliza considerándolas ilegales.
Se podrá estar de acuerdo o no con las opiniones del autor, expresadas de forma vehemente unas veces, ácida otras, provocadora siempre, con una visión cáustica y corrosiva, hilarante en ocasiones, que lo convierte en un auténtico azote de los vicios sociales y de las actitudes que se acomodan en la hipocresía y la falsedad, en la mentira y la envidia, en la soberbia y la ignorancia, en la prepotencia y la cobardía, en todos los pecados capitales que han germinado fruto de una educación basada en los más rancios tópicos de la intransigencia y la intolerancia, del chovinismo feroz de una sociedad que se complace mirándose el ombligo y recreándose en los errores del pasado. Como agitador cultural, es capaz de enfrentar todas estas paradojas y contradicciones en el espejo de la verdad y, además, salir ileso para contarlo. De haber vivido en la Edad Media, habría sido un príncipe del Renacimiento que habría acabado sus días en la hoguera. Hoy puede ser considerado como un revolucionario de las conciencias.
Rafael Iglesias disecciona con pulso firme y habilidad de cirujano las entrañas de los modelos que hemos elevado a la categoría de arquetipos y en ese empeño no deja títere con cabeza. La simple mención de determinados temas a los que buena parte de la opinión pública oficial vuelve la espalda, la continua alusión a los fantasmas de otros tiempos, a rémoras pretéritas hoy felizmente superadas, la permanente desmitificación de los falsos mitos, de los ídolos con pies de barro y una lucha sin tregua contra todo tipo de autoritarismo, desenmascarando las tentaciones totalitarias allí donde se camuflan, han convertido El Ojo Crítico es una sección de culto entre los lectores de Cambio16, la cabecera decana de las revistas de información general en España y la de mayor proyección internacional en idioma español.
En la Transición democrática española, Cambio16 se consagró como un referente de libertad e independencia porque se atrevió a llamar a las cosas por su nombre cuando la sociedad enmudecía bajo la mordaza de la dictadura. El sátrapa de entonces hoy es historia ‹pese a que todavía algunos se resistan a recuperar la memoria y honrar a las víctimas‹, pero los poderes fácticos que alimentaron el terror y la represión nutren ahora otras formas de dictaduras públicas y privadas, probablemente más sutiles ‹como ocurre con el poder del dinero‹ aunque no por ello menos injustas y viles. El Ojo Crítico es un fiel heredero de aquel espíritu del cambio y a Rafael Iglesias también han intentado silenciarlo y censurarlo. No lo consiguieron entonces con Cambio16 ni hoy tampoco con la globalización y el liberalismo a ultranza de los gurús del capital y el neocon. ¡Y vaya si lo han intentado!Š Ya sea desde el corporativismo feroz de creadores inmovilistas que se niegan abandonar la caverna y su universo de falsos reflejos de la realidad, ya desde la ceguera intelectual y la tiranía ideológica y cultural de los que estigmatizan la diferencia y el mestizaje.
Fruto de este trabajo eminentemente periodístico y al hilo de la más rabiosa actualidad, surge este libro que reúne las ilustraciones y viñetas que han ido apareciendo semanalmente como un aldabonazo a nuestras conciencias. Cada una de ellas destila un humor lúcido e iconoclasta, sin concesiones, de hondas raíces ideológicas. Su objetivo es el de los mass media: informar, formar y entretener. El medio es el mensaje y el mensaje es la base de la comunicación que las nuevas tecnologías trasmiten de una manera potencialmente ilimitada y tendencialmente simultánea. Se trata de lo de siempre; de contar las cosas que pasan como son, con veracidad, sin presiones, y de crear una opinión pública plural, crítica, objetiva, inconformista.
Rafael Iglesias ha elevado este viejo y siempre peligroso oficio de periodista a la categoría de arte. Esta obra es una buena muestra de ello.
Juan Emilio Ballesteros
Director de Publicaciones
Cambio16 / Cuadernos para el diálogo
martes, 11 de noviembre de 2008
La República Popular de la Gráfica
A mis amigos sudamericanos, a mi maestro andaluz y a los exiliados en general que hicieron de México un sitio cosmópolita y un motivo de orgullo.
La RPG por Rubén Ortiz Torres
El arte latinoamericano dificilmente se ha podido deslindar de las contradicciones y de las extremas condiciones y contrastes sociales de la región. La democracia ha sido demasiado fragil para poder confrontar dichos problemas. La fuerza militar y la corrupción han sido usadas por los Estados Unidos y las oligarquías locales para defender sus intereses. La imposibilidad de la justicia social a través del cambio democrático obligó a buscar alternativas como la lucha armada. El golpe de estado en Guatemala de 1954 que derrocó a Jacobo Arbenz por promover la reforma agraria motivó la radicalización del Ché Guevara. El asesinato del presidente socialista electo Salvador Allende en Chile en 1973 fue otro duro golpe para la aspiración democrática. Por otro lado la dictadura del proletariado instaurada por la guerrilla no resultó en la liberación prometida y mas que resolver los problemas acabó generando otros.
Ahora la casa blanca y la CIA están muy ocupadas en derrotar al fundamentalismo islámico que les ha resultado mucho mas letal y agresivo que el fantasma del comunismo. Esto ha resultado en una falta de atención a Latinoamérica que está permitiendo el florecimiento de la democracia. Chile, Brasil, México, Uruguay, Venezuela y Argentina han visto cambios democráticos inconcebibles en otros tiempos para bien o para mal. Guerrilleros urbanos, ahora septuagenarios como los Tupamaros utilizan las urnas y son elegidos para ver si pueden contrarrestrar las inequidades y las crisis de la utopía neoliberal. La apertura democrática ha permitido el regreso de intelectuales del exilio y el cuestionamiento de las dictaduras. Difícilmente se puede encontrar un ejemplo donde las recetas del fondo monetario internacional han fracasado mas que en la Argentina. La comuna de Paris, la guerra civil española y la revolución mexicana generaron arte y gráfica en particular que respondía a las necesidades políticas del momento. La rebelión argentina no es la excepción y de ella surge el Taller Popular de Serigrafía.
El TPS nació de la insurrección popular del 19 y del 20 de diciembre del 2001 en Buenos Aires. Fue fundado en la asamblea popular de San Telmo. Los miembros del grupo son: Diego Posadas, Mariela Scafati, Magdalena Jitrik, Guillermo Ueno, Catalina León, Julia Masvernat, Omar Lang, Pablo Rosales, Christian Wloch, Eduardo Arauz, Fernando Brizuela, Juani Neumann, Horacio Abram Lujan, Leo Rocco, Carolina Katz, Karina Granieri, Verónica Di Toro, Daniel Sanjurjo, Gonzalo Gomila, Ana di Toro. Estos artistas se han dedicado a intervenir con su gráfica el espacio público, las frecuentes manifestaciones y “piquetes” (tomas de la via pública por grupos de desocupados), la expropiación obrera de fábricas y posteriormente (¿por qué no?) la galería, el museo y hasta la boutique. Con bastidores de serigrafía se lanzan a la calle para imprimir “in situ” carteles, camisetas y cualquier superficie posible. Los proyectos responden al contexto y al momento directamente. Estos hacen referencia a marchas o incidentes específicos como el asesinato del piquetero Dario Santillán o la toma de la fábrica Bruckman por los obreros. Suelen ser sencillos y monócromos e incluyen dibujos, diagramas y ocasionalmente imágenes fotográficas. Con frecuencia interactuan con otras imágenes y textos al ser superpuestos en una especie de intervención situacionista cuando se imprimen sobre las playeras que lleva la gente que con frecuencia son de algún equipo de futból o tienen otra impresión previa. Las camisetas y las impresiones en general se convierten en reliquias y souvenirs de la participación política. Los piqueteros las usan y coleccionan como los roqueros hacen con las camisetas que adquieren en conciertos. Quién participa en estos eventos se convierte gratuitamente en portador y diseminador del mensaje. Las víctimas de la moda sin interés de ir a las marchas y con poder adquisitivo pueden comprar estos productos en boutiques o espacios de arte.
Históricamente la gráfica ha sido un medio ideal para reproducir masivamente mensajes dirigidos al amplio público de las calles. El Taller de Serigrafía Popular toma su nombre del Taller de Gráfica Popular que utilizó la litografía, la imprenta de tipos, el grabado en madera y principalmente en linóleo para imprimir volantes en el México posrevolucionario. Sin embargo la práctica colectiva y callejera tiene mas relación con la neográfica y el arte de los grupos (en particular del grupo Suma) que se dio en la ciudad de México en los años setenta. En esos años sucedió el exilio y la diáspora de artistas como Magdalena Jitrik que permite ahora este tipo de crospolinaziones transhemisféricas. Estéticamente los diseños del TPS tienen influencias tan dispares como el constructivismo sudamericano y el ruso, la gráfica del 68 (tanto la francesa como la mexicana) y el espiritú DIY (“do it yourself” [hazlo tu mismo]) del punk. Los textos y las imágenes suelen ser hechas a mano en contraste deliberado con el imperante diseño digital. Un ejemplo sería el dibujo del mapa de Argentina formado por los nombres de víctimas de la brutalidad policiaca recientes.
Actualmente las calles y el espacio público son el terreno de acción de artistas y diseñadores tanto populares como de supuesta vanguardia. Ex grafiteros como Shepard Fairey, Acamonchi y Toffer ahora diseñan carteles y calcomanías con los que marcan territorio como un fin en si mismo desde San Diego hasta Nueva York. El mismo Buenos Aires está cubierto de imágenes muy graciosas hechas con aerosól a través de esténciles. En Tijuana las camisetas, calcomanías, carteles y la música electrónica son los medios de expresión de una nueva subcultura que responde a su complicada realidad social de manera mas elíptica y con menos urgencia. Por otro lado gestos como el pasear una bola de plastilina en la calle o hacer marcas con el agua de un charco con una bicicleta son exportados de latinoamérica como arte pobre (realmente lo es) con exitoso oportunismo. Curadores y coleccionistas llenan con imaginación el vacío del significado negado de este pseudo conceptualismo domesticado, comodificable, cursi e inofensivo. Al hacerlo pretenden responder a la presión política de una realidad cultural a la que no se le puede seguir negando la existencia. Como los mejores corridos y el rap, el TPS ve como importante la creación de una memoria histórica y de un nuevo tipo de noticiero callejero. Nos recuerda que la práctica conceptual nació de la crítica a la economía de mercado y de la necesidad de vincular a la acción con las ideas. Sin embargo hay que notar que esta acción democrática y autogestiva se da a través de la producción e impresión de imágenes y a través del intercambio y la colección de objetos. La serigrafía en algún momento fue considerada un proceso industrial, impersonal, frio y masivo. Ahora en tiempos del internet y de propaganda política televisada esta resulta artesanal y de proyección mas limitada y particular. Digamos útil para el ejercicio creativo y una práctica artística colectiva.
Hay que tener cuidado con el arte porque de repente sigue vivo, tiene un público real, diverso y hasta puede servir para algo.
Apéndice: En los años setenta México recibió exiliados chilenos, uruguayos, argentinos, bolivianos, haitianos y demás como en los cuarenta lo hizo de españoles republicanos. A consecuencia de esto mi escuela primaria y la preparatoria se volvieron cosmopolitas e internacionales. Mi primera maestra de arte era una chilena llamada Eugenia a la que se le caían los dientes debido a los toques eléctricos que le dieron los militares en las encías.
Por lo tanto, viajar a Buenos Aires es de alguna forma un rencuentro con el México de los setentas y principios de los ochentas. El México en el que crecí y al que recuerdo.
The Journal of Aesthetics and Protest
This current issue explores three themes- sustainable resistant culture, antiwar art, and a general theory section exploring creative and critical culture.
The Journal of Aesthetics and Protest Press has published 6 issues of its titular publication as well as the books An Atlas of Radical Cartography, Failure! Experiments in Aesthetic and Social Practices as well as the web document In the Middle of a Whirlwind.
The Journal of Aesthetics and Protest is responsible for introducing to the country such artists as Trevor Paglen, Fallen Fruit, My Barbarian and the Center for Tactical Magic. It's printed important essays and thoughts by writers Marinna Sitrin, Brian Holmes, Ben Shepard, Nato Thompson and Gregg Shollete.
The Journal of Aesthetics and Protest has been recognized as one of the most innovative and important projects of its kind, and has an international audience of artists, activisists and theorists. This just released issue (6) is included in the current California Biennial. It's print design has been awarded multiple recognitions from AIGA as well as Print Magazine.
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Issue 6, Journal of Aesthetics & Protest
Theory in 3 Acts
Edited by Journal Editorial Collective
(Christina Ulke, Robby Herbst, Marc Herbst)
Designed by Jessica Fleischmann
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viernes, 31 de octubre de 2008
Designers are crazy with Obama
Connect with creative Obama supporters:
Design for Obama: Design/ers for Obama will introduce new tools and opportunities to web-powered grass roots organizing that has already revolutionized campaigning.
30 Reasons: 30 designers, 30 posters, 30 reason to vote for Obama.
Voteforchange.com: make a video, write a song, take a photo, or paint a mural about VoteForChange.com.
Obama Art Report: good blog keeping an eye on the "Obama art scene".
Spellingchange.com: think Spell with Flickr but for Obama.
Not Another C Student: Downloadable stickers, posters and t-shirts. "Let mediocrity speak for itself!"
YesWeCarve: download, carve and share your Barack O' Lantern!
jueves, 30 de octubre de 2008
Design Ethics
Communication Design and all of its designers have the ability, intelligence and mindset to make the greatest impact to the world’s biggest challenges. This group intends to share design-focused resources, and offer an observational voice on Visual Communication and Design Ethics.
With enthusiasm for creative intelligence, education and design-led innovation, this group is heavily influenced by the growing recognition for socially and ethically conscious design and aims to integrate predictions of our future society, with design research and observational comment. If you have any socially conscious designs, observations or events - please add your images!
Kate Andrews.
Kate Andrews is a designer, writer and researcher based just north of London. Educated at The Arts Institute at Bournemouth, she holds a First Class Honours in Graphic Design and a Merit Award from The International Society of Typographic Designers. Since graduating, Kate has worked for The Sunday Times Magazine in London, Synectics Innovation Consultancy, has exhibited at Ringling College of Art and Design, Florida and continues to write for a number of design platforms including; Inhabitat.com, Design21, ThinkPublic, Design Sessions and SocialDesignSite.com. In 2006, Kate founded the design blog Anamorphosis, to act as a platform to catalog her search for new examples of forward-thinking Visual Communication. Anamorphosis continues to act as a creative platform, through which she continues to mentor under- and post-graduate Graphic Design students. As a designer, Kate is passionate for the power that Visual Communication has to impact social change and in October 2008 will start the MA Design Writing Criticism course at London College of Communication.
martes, 28 de octubre de 2008
Better x Design
Call it social design, sustainable design, appropriate technology. We are exploring how design thinking can fuel technological innovations that benefit humanity and the planet.
Better x Design is a collaborative initiative at Brown University and Rhode Island School of Design to practice globally conscious design, research it in an academic way, and spread its influence across the globe. We are an amalgamation of ideas, projects, student groups, and faculty researchers in search of opportunities not just to design and build, but to design, build, implement, follow up, and measure. With developed venues for action, a process for implementation, and material and immaterial capital, we are creating social change through the combined power of creativity, technology, and design.
This blog is not simply a catalog of our efforts, but a recognition that we are but a small part of a larger global movement. We will discuss topics such as appropriate technology, bottom of the pyramid strategy, alternative energy, anthropological research, global development, urban growth, public policy, transportation, environmentalism, information technology, and branding+communication. All of this requires designing in some fashion, and we invite you to join us in exploring how we can harness the power of design to make all of these things better.
Project H Design (Anti)Manifesto
A Call To Action For Humanitarian (Product) Design
By Emily Pilloton
Written April 2008, Published on Core77
I think we can all agree that manifestos are over-written and under-executed. So call this a rant or a pep talk, a sermon if that’s your cup of tea, or maybe most appropriately, a call to arms.
Here’s the rose-colored glasses version: We need the design world (particularly industrial design) to stop talking big and start doing good; to put the problem-solving skills on which we pride ourselves to work on some of the biggest global issues; to design for health, poverty, homelessness, education, and more.
And here’s the brass tacks reality: We need to challenge the design world to take the “product” out of product design for a second and deliver results and impact rather than form and function; to reconsider who our clients really are; to turn our tightly-cinched consumer business models and luxury aesthetics on their heads; to get over “going green;” and to enlist a new generation of design activists. We need big hearts, bigger business sense, and even bigger balls.
Taking the “product” out of product design
Unfortunately, the word “product” has become a hindrance to what we can really produce. We need to stop making things and start making impact. Our real goal should be to design the biggest impact with the least amount of product. What this means is going against every design instinct we have ever been taught. Let’s forget momentarily about form and function, and consider what we could deliver that isn’t defined by an object: catalysts and engagement.
A great way to make this distinction is by using a function vs. impact assessment. Take a hammer, for example. Its function is what it immediately provides: it drives a nail. Its short-range impact is what that function enables: it builds homes. And most importantly, its long-range impact is the context-based application of its function and short-range impact: it provides shelter to those who need it.
Separating function from impact is a critical step in the design process, encouraging us to look for consequences beyond the obvious, and grounding us in considerations beyond the often-irresistible distractions of form and function.
Learning from Appro-Tech
Appropriate technologies (appro-tech for short), is a field of engineering that produces solutions based on local technologies, materials, and contexts. As the name suggests, the focus here is on appropriate solutions for basic problems (power, water, healthcare)–where examples might range from wind turbines made from neighborhood manufacturing refuse in Guatemala to water reclamation systems made from scrap plastic and bike parts in India. Since there is no real “manufacturing,” appro-tech isn’t usually considered a viable design process, but that’s a shame.
Because appro-tech relies heavily on on-site, local assembly and materials, the design that goes into it is less material-driven and more results-driven. It is typically process-centered, and systemic. And perhaps most importantly, it turns end users into co-designers, making pride and participation key ingredients in the success of the object. Alan Jacobson, who spearheaded an inspiring environmental design project in Rwanda (part genocide memorial, part community arts initiative), talks about the “pride of creation” as an underutilized and underestimated tool in design, one that creates longer-lasting user relationships and a sense of ownership.
One of the finalists in last year’s INDEX Awards: Design to Improve Life competition, for example, was essentially a rubber cap. It was a simple object–no feat of engineering, and not even functional as an isolated product. But in developing communities, the cap can be attached to any aluminum soda can to create a sharps collector–a tightly sealed receptacle for the safe and proper disposal of hazardous medical waste. One part manufactured product, one part local material, and one part human interaction combine to create a product of undeniable value.
And here’s where appro-tech solutions have traditional product design beat: User engagement, local materiality, and context-sensitive assembly are built into the process. Appro-tech products don’t need to be full-service objects embedded with all the first-world technology; they can be systems rather than objects, requiring user participation and local expertise and production to make them functional, relevant, and economically viable.
The who of it
One could argue that design is only as good as its clients–the people and market that demand what we provide. So by shifting our client base, we’re shifting the nature of design. If all our clients are corporate, we’re only perpetuating the profit-driven machine. In order to move design toward a more humanitarian and global service-based industry, we’ve got to redefine our client base.
It’s not rocket science–if we’re using design to improve lives, let’s look to those who are suffering most, to the global citizens who have been under-represented and underserved by the design community. Let’s design for every person we’d never expect to have as a client at our drawing table–squatters living on $2 a day, the growing number of millions of people suffering from HIV/AIDS, post-disaster victims, the homeless, the handicapped, inner city children, prisoners, and more. Let’s recognize that clients do not mean “the people who are paying us,” but rather “the people whom we are serving.”
Let’s also recognize that our work for these clients is not charity or a handout (of course, good will is always part of the motivation), but that these under-represented clients are an integral part of our global future; that by designing viable, life-improving solutions, we are catalyzing economies, enabling a more productive world, and investing in the prosperity of posterity (our clients’ and our own).
Getting over going green
Environmental responsibility and innovative green materials are design imperatives, but it’s unnerving to see “green design” being discussed as a trend, particularly without the social dimensions of sustainability. I’ve been trying for years to spark a paradigm shift that builds off material sustainability towards a more social or human sustainability. We can design “green” all day long, but if all that results are more bamboo coffee tables for luxury markets, green design is destined to get a bad rap.
Indeed, one can hope that the term “green design” disappears in 5 years–not because design will no longer be green, but because it won’t need to be called out as a value add or as a particular distinction; all design will be green design. But let’s also imbue the next frontier in sustainability with compassion, where our ultimate judge of “goodness” is humanist rather than consumerist.
New business models
Even without an MBA, it’s not hard to see that current design is largely defined by (and constrained by) consumerism. Further, we’re led to believe that product designers will never make a decent living without big corporate clients. This isn’t true.
With analyses in recent years around the untapped “bottom of the pyramid” markets and the success of the microloan, it’s becoming clear that design practice can be just as profitable designing for masses of low-income clients as it can designing for a sliver of the very rich.
But there are different business models at play here, and there will be risk involved. Unfortunately, many humanitarian design solutions are designed for markets in which the end user cannot afford the end products. The target customer is not necessarily, and sometimes simply cannot be, the purchaser. Products designed for the BoP often have to be subsidized by grants or donations, and speaking as the founder of a non-profit, these are not financially sustainable models.
The celebrated Hippo Roller, which my organization, Project H Design, has supported and funded in South Africa, is a great example of enabling design. A rolling barrel-type water transportation device, it allows users to fetch 5 times the amount of water they could with traditional buckets and Gerri cans. The result is more free time–for school, business, personal healthcare, play. But each unit costs $100 to produce and deliver, which is close to 2 months’ income for most potential customers. To date, all hippo rollers in use have been subsidized by donations, corporate sponsorships, or private grants. What’s wrong with this picture?
We’ll have to apply our design creativity to push new business models–ones that deliver fundable and profitable solutions. Funding structures like micro-lending, community-lending, community profit and fund pooling, and cross-market distribution are possible strategies to more effectively put these design solutions into the hands of the people who need them most. And this requires the partnership of innovative business thinkers, who are now realizing that they need designers just as much as we are realizing we need them.
Design as the new microloan
The success of the microloan is compelling: by bridging first- and third- world economies, a $100 investment changes a life. That $100 might be a night out on the town to a New Yorker, but to a farmer in central Uganda, it’s a life-changing business loan.
What the microloan really provides is the capital to enable future prosperity and self-sufficiency. Design can provide that same capital–in the form of tools that bring efficiency, productivity, and yes, even wealth. If we as designers make wealth our end goal (not our own wealth, but the wealth of our clients and users), we become designers of capital instead of designers of things.
Most of us have heard of the MoneyMaker micro-irrigation pump–an appro-tech design success story that enables rural Kenyan farmers to pump water and harvest crops even in dry seasons. Aside from being highly functional, it’s a tool with direct financial results that catalyze economies. With 45,000 pumps currently in use by rural farmers, 29,000 new waged jobs have been created, and 37 million dollars a year in new profits have been reported.
I’d hate to say it’s all about the money, but for so many developing countries, it really is. The success of the microloan demonstrates a little going a long way. But design can precede (or even replace) the microloan by providing a tool instead of a check that brings enough income to catapult users into economic stability and community prosperity.
Activism over academics
I graduated from 6 years of design school, seesawing between two sentiments (in addition to the dread of paying off my student loans for decades). I was torn between the feeling of accomplishment of hard and gratifying work, and an uneasiness that none of my work or studios had any real social relevance. And I know that I’m not alone in this crisis-of-conscience.
The shameful part of this all-too-common story is that what students want to learn is often not what teachers are teaching. Student populations, as we all know, are communities of activism–one walk through a picket-sign-filled college will evidence this point. But that type of activism gets checked at the door of most design studios–a huge missed opportunity. Design is inherently political, subjective…even subversive. And most importantly, it’s at base an effective tool for solving problems big and small. In other words, it’s both a perfect arena for activism and an actual process for turning that activism into change.
Just as some architecture programs have design-build studios that teach hands-on, real production techniques with a real client, we need complementary industrial design programs that give the same type of human-centered opportunities, business partnerships, and real client relationships. Let’s teach passion and collaboration instead of fashion and ego-centric indulgence. Let’s make activism a design asset, putting aesthetics in the back seat for awhile.
Individual value shifts
And let’s not lose this kick-in-the-pants activism on graduation day. There are a slew of big ideas gaining momentum right now, but collective action often results from individual designers committing themselves as change agents. We each have to make the decision to reevaluate our priorities, and to wake up to the social impact of our design choices. This means considering clients wisely, communicating the societal ramifications of design to our them when they become our clients, and sometimes sacrificing profits to increase social well-being. It means being proactive, seeking out good work, and saturating the market with the values and ideas of progressive design. The human demand for good, life-improving design is there; let’s provide the supply to stimulate the business demand.
Design “ROTC”
We will have to be proactive about putting our design thinking to work as well. As I’ve seen first-hand, much of the aid in developing communities is charity without real design thinking. There are missionaries and engineers and health workers and teachers, all of whom are doing their part, but designers who step back, think rigorously and creatively about efficiencies, and find overlooked solutions are sorely underrepresented.
I’m challenging designers to commit to their own ROTC program–one weekend a month, 2 weeks out of the year–to apply design thought toward real design problems. We can do this locally or globally–design is a tool as much needed in Uganda as it is at urban homeless shelters. And I’m not talking about clocking community service hours, serving soup or cleaning up beaches. I’m talking about doing what we do best, solving problems–in places that desperately need better human-based solutions.
Putting the ‘H’ in design
“Design is a hammer,” I like to say, recalling the function vs. impact assessment example earlier, and arguing that it’s not about what the tool does so much as what it enables. I like the term “enabling design” because it’s an action and a descriptor. Let’s create impactful design that enables lives, and in so doing, enable the design industry to carry more positive weight.
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The H in Project H Design refers to “Product design initiatives for Humanity, Habitats, Health, and Happiness.” But you’ll notice that Humanity comes first.
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lunes, 27 de octubre de 2008
Design for Democracy
An African Style
by Wendy MacNaughton
In late 2000, Wendy was offered the opportunity to create the national civic sensitization campaign for the first democratic local elections in Rwanda. The purpose of the campaign was to educate citizens (est. 8 million) about the purpose and importance of voting, teach people to use a secret ballot, and motivate everyone to participate. The campaign had to communicate equally to literate and non-literate voters, and be extremely sensitive to ethnicity and ethnic, political and economic division.
Working with the National Electoral Commission of Rwanda and United States Agency for International Development I attempted to create a campaign that was culturally relevant, ethnically sensitive and easily understood, regardless of the viewerʼs level of literacy. The campaign consisted of three different mediums: posters, fliers and spray painted street graphics. With the help of cultural consultants and local businesses, I created a culturally appropriate concept, hand drew the graphics, supervised printing and organized national distribution of over 40,000 pieces of printed material.
The campaignʼs concept was simple. In Rwanda, most people sign official documents by stamping their thumbprint. With the introduction of the secret ballot, people would be using their thumbprints to cast their votes. I combined the image of an inked thumb with a “thumbs up” sign (which means the same thing in Rwanda as it does in the U.S.) and produced a graphic that read: voting is good. The NEC and I selected the word “Dutore” to complement the image. Translated to English, Dutore means “We Vote.” Two additional posters were created to visually communicate the process of using a secret ballot and the relevance of the local elections to peopleʼs daily life. These posters employed a comic book technique, as this was the most familiar and effective way to communicate a narrative and avoid visual references to ethnicity...
More info: design altruism project
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Wendy MacNaughton is graduate of Art Center College and Columbia University and works at Underground in San Francisco.
sábado, 25 de octubre de 2008
Million dollars men
Barack Obama and John McCain have raised millions of dollars for their presidential campaigns. In GOOD’s second installment of Political NASCAR, we look at the uniforms the two candidates would wear if companies wanted to use their political donations as advertisements, and if running for president ended with the winner doing donuts on the White House lawn.
Good Votes: Assessing the Obama and McCain Donors by GOOD magazine
martes, 14 de octubre de 2008
Palin political poster project
John Doffing founder of START SOMA + START MOBILE says: Over the past few weeks, I have watched with the world the evolving spectacle that is Sarah Palin. Now, I have never been incredibly political, and in the spirit of full disclosure, in my wild and crazy younger days, I actually attended a $1000 a plate Bush fundraiser.
But over the past few weeks, I started to pay a little bit more attention. And what I saw made me more than a little nervous. Sarah Palin's supporters tell us that SHE IS JUST LIKE US. And this may well be true. But is this appropriate criteria for choosing the Potential Leader of the Free World? Personally, I want my leaders to be NOTHING like me - I want The Smartest + Most Experienced Candidates possible. And by ANY stretch of the imagination, Sara Palin is neither.
So we decided to do something about it. A few days ago, I emailed a few artist and designer friends and asked them if they could design some Sarah Palin political posters for global distribution via an online art gallery, and the first posters are available at Start Soma.
We have some pretty amazing PALIN POLITICAL POSTERS live already, and hope to receive a lot more in the weeks leading up to the election. Digital images from the Palin Political Poster Project are available for FREE distribution globally under a Creative Commons license, and high-resolution files of each poster are available for printing.
For better or worse, we live in a sound-bite culture, and I believe that the simple messages contained in the artwork we are featuring in the PALIN POLITICAL POSTER PROJECT can indeed have an impact. By leveraging available technologies, I am convinced that these simple messages can reach millions of people in short order - and maybe, just maybe, they can make a difference.
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Esta imagen es un homenaje a Alain Le Quernec, en especial a su trabajo "Attention au début Hitler faisait rire" un cartel del año 1987 realizado por iniciativa de Bernard Poignant del partido socialista de Quimper. En nuestra opinión es posiblemente uno de los mejores diseños de la historia...
David, Brigitte "Alain Le Quernec: A thinking hand". Graphis. FindArticles.com. 13 Oct. 2008.
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lunes, 13 de octubre de 2008
Terrorismo
Carolina Cruz y Benito Rial Costas de Ombretta,etc. nos envían varias imágenes que reflexionan sobre el terrorismo.
Ombretta, etc es un estudio de diseño gráfico de Santiago de Compostela y Turín.
jueves, 9 de octubre de 2008
Hazlo tú mismo #2
Trobajo del Camino (León), sábado 4 de octubre de 2008. Pablo y Hugo invitan a todo el que pasa por allí a seleccionar e imprimir un cartel de 50x70 cm. utilizando 5 plantillas con imágenes de Pictopía. En la experiencia participaron más de 150 personas. Lo mejor de todo, conseguir llegar al corazón de los más pequeños.
miércoles, 8 de octubre de 2008
eta / según el alfabeto griego
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Joaquín Sáenz Rojo
Imágen contra el terrorismo
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Según el alfabeto griego, "eta" es el adverbio de negación "no". 1. Expresa idea de rechazo. 2. Pacto de no agresión, acuerdo entre dos o más estados por el que se comprometen a no usar la fuerza y a resolver sus diferencias, mediante la negociación y el arbitraje.
MadeByGirl
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Love Candy
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Jennifer Ramos es una diseñadora con un estilo chic un tanto naif. Hace unos días nos preguntaba si podía utilizar alguno de nuestros iconos-calaberas... Nosotros le respondimos que sí. Bueno, a simple vista, su estilo y filosofía es muy distinta a la nuestra, sin embargo, como decía Quentin Crisp "todo aquel que dice la verdad es intereante". A continuación van unos textos de su web:
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We call it Love Candy because the colors are reminiscent of candies & sweets and they deliver a message of LOVE to any home, its that simple. This cute piece of art is suitable for mounting in a dining area, office, bedroom or even a child's room! ALSO available in other colors! As seen in 'Life & Style Weekly Magazine'.
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"Hi, I'm Jennifer Ramos, Owner and Designer of MadeByGirl.com. I originally started my business by embellishing different styles of furniture from Chippendale and Louis-style coffee tables to older antique pieces. My love for colors and patterns led me to attend school in Las Vegas to obtain a degree in Interior Design. However, I’m taking a small break from school to dedicate myself once again to my passion for being an entrepreneur. My coffee tables have all been limited edition pieces and some are still available by contacting me. For now, I'll be dedicating most of my time and efforts to the Paper Goods portion of my site."
"I love my job and creativity is everything to me. Hopefully, I can inspire & and encourage others to follow their dreams of becoming a business owner. In the meantime, I hope each of you will embrace the idea of going green as much as possible and motivate others to do the same. Global warming has become such a threat, and we need to change this. I believe we're all environmentalist, we all love beautiful sunny days and clean beaches, so we all have to be part of the solution. All my cards will be printed on recycled or post consumer paper, with the hopes of creating a positive change in others. The cards & posters I design are fun and colorful, because I LOVE color! It is the most personal and emotional element of design."
Digamos "BASTA"
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Imágen de Nestor Ponce
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El siglo XXI es apenas un niño de seis años; lo hemos recibido con fuegos de artificio, lo hemos visto, en vivo y en directo, llegar a Pekín, Madrid o Moscú; pero desde que el hombre es hombre, desde que irguió su espalda para ver el horizonte, hemos construido un agujero oscuro de odio e intolerancia, un agujero que se está devorando al mundo y a nuestra humanidad; la tuya, la mía, la de todos. Un agujero, cada vez más grande.
Este pequeño de seis años se asoma a la CNN para ver cómo Irak está en llamas, mientras el vaquero que la incendió se jacta de hacerlo y piensa hacer lo mismo con Irán, o Sierra Leona, o tu país; para ver como en África Subsahariana el 30% de la población esta infectada de VIH y los laboratorios se acercan sólo para hacer pruebas con sus nuevas y promisorias drogas; para ver cómo mueren en Latinoamérica millones de personas por el hambre, la contaminación, o el olvido; para ver como niños de su edad trabajan en Asia 18 horas diarias en las fábricas que proveen a las multinacionales; para ver cómo muere una persona por minuto a causa de un disparo de arma de fuego.
En el siglo XX nos sorprendíamos de la anticipación de Verne: el viaje a la luna, la vuelta al mundo; hoy son otras las profecías que se cumplen, la de Huxley con su mundo sintético y artificial, la de Orwell, que no pudo adivinar que todo comenzaría mucho antes de "1984".
Es mucho para el niño siglo, él se espanta, tapa sus ojos con sus manos, y nosotros lo miramos, sólo miramos. Digamos "BASTA", y que nuestra voz llegue a todos los rincones del planeta.
El Centro de Diseño de Rosario, Argentina, en forma conjunta con Trama Visual A.C. de México, y con la colaboración de la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Deliberante de la ciudad de Rosario, convocó en 2007 a los diseñadores del mundo a decir "BASTA".
Pablo Kunst / Director CdD
Centro de Diseño / Rosario, Argentina / Trama Visual AC, México / Comisión de Derechos Humanos
40 años de silencio
Colectivo aliados 2.0 invita a todos los diseñadores a participar en la creación de un banco imagenes que refejen el sentir de la época como homenaje a las víctimas del 2 de octubre.
“Cuarenta años después de una de las matanzas más atroces de la historia de México, el gobierno mexicano sigue sin dar respuesta a las cuestiones que rodean aquella masacre perpetrada en Ciudad de México.” Amnistía Internacional México
Palestina y sus refugiados
Sábado 18 de octubre, 19h. charla-debate en el Centro Social Haydée Santamaría de Leganés con
Manuel Tapial miembro de la Asociación Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría que entre los meses de junio y agosto ha convivido con los refugiados palestinos en Líbano.
Jaber Suleiman Profesor de Antropología y co-fundador de la ONG palestina AIDOUN.
Asociación Cultura, Paz y Solidaridad Haydee Santamaría
Centro Social Haydee Santamaria
Avda. Conde de Barcelona 17
28915 Valdepelayo - Leganes
www.culturaypaz.org
La Asociación Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría es un grupo de personas familiarizadas con el mundo del activismo en su más amplia expresión. A través de experiencias individuales y colectivas tratan de crear un intelecto colectivo que nos permita trabajar socialmente en la denuncia y mejora de las condiciones de vida de los menos favorecidos, prestando especial atención a los conflictos bélicos en sus causas y consecuencias. Sus hilos conductores son la guerra global, la cultura como medio de sensibilización, el encuentro de las personas fuera de los macrocentros de consumo y crear un espacio donde poder dar voz a aquellas causas o actividades que nos merecen especial atención.
La Asociación nace el año 1996 en Leganés (Madrid), en sus comienzos formada por sindicalistas y activistas sociales y culturales, con el propósito de abrir un espacio de encuentro, que posteriormente pasó a ser un punto de referencia en la zona sur de Madrid al ser el único en su ámbito de acción. Desde este espacio se ha dado voz al movimiento zapatista de México, al poder popular de la ciudad de La Habana, a los refugiados palestinos, a representantes iraquíes contra la ocupación de su país, a representantes de organizaciones de El Salvador, Guatemala, Venezuela, etc. Además, desde el espacio que nuestra Asociación ha creado también han surgido proyectos como el Foro por la Memoria o el Festival Interpueblos.
jueves, 18 de septiembre de 2008
Simple es mejor (no más fácil)
En 1968 (hace 40 años) el diseñador japonés Shigeo Fukuda creó "VICTORY", una de sus imágenes más emblemáticas y una obra de referencia para la historia del "diseño con mensaje".
Shigeo Fukuda dice que ama la paz y lo intenta transmitir en todas sus obras: "la paz, la armonía son muy importantes para mí", y señala que "los diseñadores deben tener un pensamiento propio, una opinión y una voz propia, pero sobre todo deben pensar".
Shigeo Fukuda, es para muchos diseñadores un mago de las imágenes. Sin embargo, una de sus principales virtudes es la de realizar también un diseño comprometido con las ideas y con las personas.
Algunas de sus pensamientos son francos y directos:
"El diseño no es un negocio, es para la cultura del mundo".
"El dinero no hace al diseño; es el hombre, el talento del hombre, lo más importante".
“Elevar la calidad del diseño es una responsabilidad de todos los profesionales de la gráfica en el mundo, pero a partir de la necesaria comprensión de su rol en la comunicación pública".
"El diseño, mientras más simple sea, mejor es".
"En el diseño, la comunicación es lo más importante. Cómo transmitir un mismo mensaje, pero desde diferentes ángulos".
"En todos mis diseños siempre hay un personaje principal, una historia".
"El compromiso está en búsqueda de una realidad diferente a la que uno puede hallar a simple vista".
"El diseño gráfico tiene el poder de hacernos cambiar la visión sobre el mundo".
"No trabajo nada en el ordenador; prefiero hacerlo todo a mano, de forma artesanal; siempre estoy trabajando, tengo mi estudio lleno de diseños, pero todos realizados con estas manos; miro mucho mis manos mientras trabajo. Tampoco me gusta utilizar la fotografía como recurso para mis obras, aunque en Japón hay muy buenos diseñadores que lo hacen".
Y para terminar este homenaje, ahí va una de nuestras preferidos:
"Las letras en los posters no son tan importantes. Lo importante es el diseño, la ilustración, que el mensaje se entienda. Y, a veces, más importante incluso que la ilustración, es el espacio en blanco".
martes, 16 de septiembre de 2008
Hazlo tú mismo
Desde el primer momento teníamos claro que Pictopía nacía como un proyecto abierto a la participación ciudadana. El primer encuentro cara a cara con el público (la mayoría no eran diseñadores) fue un éxito. La gente se implicó, participó y disfrutó hasta altas horas.
El sábado 13 Septiembre 2008, con motivo de la "Noche en Blanco" estuvimos en la Central de Diseño / Matadero Madrid compartiendo nuestras imágenes y disfrutando con un montón de personas. La velada estuvo organizada por Di_Mad con la ayuda de Sparafucile Mashica. Fue una experiencia muy intensa de más de 5 horas (desde las 10 de la noche hasta las 3,30 de la madrugada). Nuestra propuesta fue realizar un pequeño taller de impresión manual al más genuino estilo "Hazlo tú mismo". A partir de las imágenes de PICTOPIA realizamos 9 plantillas con distintos mensajes. Cada persona podía elegir un determinado diseño, tomar una cartulina de 100x70 cm. e imprimir su cartel, esperar a que se secara y llevárselo a su casa. Está claro que a la gente le gusta mancharse las manos. Al final de la noche unas 300 personas habían impreso sus carteles. Si ellos se fueron a dormir felices y contentos, nosotros más. Esperamos que la experiencia se repita en nuevos lugares...
Pictopía es parte del proyecto "Karaoke Revolution Project" cuya finalidad es difundir imágenes y mensajes que lleguen al corazón, fomentando la participación y la colaboración de todas las personas.
viernes, 12 de septiembre de 2008
Gráfica & guerrilla #2 (Rafael Iglesias)
SAGRADO CORAZÓN ANTISIDA
Nadie permanece impasible frente a la distribución de carteles, postales y e-mail con base religiosa en plena Semana Santa. A quien le gusta, queda entusiasmado. A quien no, levanta una polémica que amplifica el eco en todos los medios de comunicación. La imagen se distribuye entre los defensores del mensaje de una manera espontánea; bien en la red, bien enviando postales. La repercusión escapa a las más optimistas previsiones: es mundial. Si se consigue salvar una sola vida gracias a esta polémica y debate, habrá merecido la pena cualquier esfuerzo.
NACIONARTSOCIALISMO
Sondeo y curioso experimento publicitario de interacción, timing y comunicación personalizada con el público. Se apoya en una oportuna utilización de coyunturas del entorno, tanto políticas como culturales. Las políticas presentan la dicotomía entre el sí o el no al Estatuto de Cataluña. Las culturales se centran en los primeros días del estreno de la polémica película “El Código Da Vinci”. Audacia, estrategia y efectividad en este mailing que conjuga mínima inversión con máxima repercusión, conseguida a través de carteles, postales y chapas.
LOS VERDES DE ANDALUCÍA
Todos los valores de los Verdes de Andalucía están reflejados en los conceptos iconográficos de su Campaña a las Elecciones Municipales 2007. Se utilizan recursos novedosos que atraen al votante con un mensaje y un lenguaje cultural actual, siempre acompañado de cierto sentido del humor inteligente. Cromáticamente, prima el verde de la esperanza en un futuro mejor y el blanco de la dignidad política carente de máculas, de corrupciones o descréditos. Las distintas piezas de la campaña “Los verdes... es verdad” hablan de la integración y el diálogo. Muestran maneras de vivir las ciudades andaluzas (Nazareno en bicicleta), la participación igualitaria de las mujeres (rEVOLUCIÓN verde) o la implicación en el futuro (embarazada). Es “verdad”, de cada uno de nosotros depende el legado que dejaremos a próximas generaciones.
Images y texto publicados en:
http://www.guiacreativity.com/obres/firma/951
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RED. RESOLUCIÓN DISEÑO
Fancelli 3, 1º izda.
41009 SEVILLA
Tel. 95 400 83 21
Fax 95 400 83 21
dame3@arquired.es
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Gráfica & guerrilla (Rafael Iglesias)
Las banderas de la vergüenza
El artista sevillano Rafael Iglesias ha combinado banderas y símbolos en una serie de creaciones que, desde las salas de muestra o la calle, buscan animar a la reflexión.
Para golpearte en la mente y en la inteligencia, para darte un pellizco en tu retina y revolverte el estómago de tu conciencia”, así define Rafael Iglesias el efecto que espera causar en el espectador con su última exposición, Zona ocupada. El restaurante El Jueves, el Café Hércules o el bar Corto Maltés, son algunos de los locales sevillanos del área de la Alameda que exponen —hasta el 31 de marzo— la obra de este publicista y diseñador de 42 años, aunque tal vez lo más impactante no sea tanto la muestra como la publicidad de la misma (que se convierte así también en obra).
La bandera nazi con la estrella de David en lugar de la esvástica, la estadounidense con calaveras en lugar de estrellas. Es chocante encontrar este tipo de carteles empapelando algunas de las calles más céntricas de la ciudad. Pero es que ése es precisamente el objetivo de su autor: asombrar, golpear, desconcertar... Todo lo necesario para hacer que el público piense y recapacite. Ése ha sido siempre el objetivo de todas las propuestas de Rafael Iglesias, y ésta no iba a ser menos. En este caso, el tema que ha animado al artista ha sido la muerte, las masacres llevadas a cabo por distintos pueblos y naciones con mayor o menor beneplácito del resto de naciones. “Cuando vean esta exposición quiero que salgan tristes, puede que ofendidos —explica Rafael Iglesias —, furiosos consigo mismo por pertenecer a la misma raza que ha originado estas obras, ese dolor y esa sangre salpicada en esas banderas. Y que después se pregunten: ¿Puedo hacer algo por cambiar esto?”. Iglesias apunta que, como norma habitual, en sus exposiciones aborda un tema tratado normalmente con un respeto cuasi religioso, poco dado a interpretaciones que se salgan de lo esperado, a la duda y mucho menos a las críticas. Del mismo modo, reconoce que no utiliza un lenguaje ni políticamente correcto ni diplomático, “pero el hecho es que lo que se intenta es subvertir las buenas formas, las establecidas en la ortodoxia”.
Esvásticas y estrellas
Alguien dijo que un cartel es un grito en la pared. Del mismo modo Rafael Iglesias quiere, con sus carteles y lienzos, gritar alto y claro, de una manera contundente, el desacuerdo, “el no, el basta”. Carteles-banderas que cuentan lo contrario de lo que dicen, que ofrecen en el corazón de su símbolo la antítesis de su discurso. Esvásticas, estrellas de David, estrellas de la UE, banderas nazis, judías y estadounidenses... El impacto ondeante en los lienzos anclados en las paredes de los bares y las desconchadas fachadas del centro de la ciudad. Zona ocupada. Flags of a new orden, es el nombre con el que se ha bautizado esta “acción-exposición”, en la que las obras asaltan la calle, la realidad. Una zona ocupada verdaderamente, pero una
ocupación diferente, una ocupación de ideas a través del arte, no de la violencia. Como suele ser habitual en su trabajo, Rafael Iglesias consigue de este modo producir un efecto concreto a través de unos símbolos popularmente interpretados del modo contrario. De este modo, el efecto conseguido es más interesante. Las banderas, signos de identidad, también son los símbolos que afirman la pertenencia o anexión de un territorio, sea este geográfico o intelectual, sea físico o mental. A los ojos de este artista, aunque esas banderas pasen a un lienzo, preservan su alto contenido simbólico y emotivo, por lo que si se apuesta por combinar las banderas, dicho contenido, y su efecto resultante, pueden alterarse para crear en el receptor de la obra de uno u otro efecto. Rafael Iglesias ha tomado como referencia para esta exposición Flag (“Bandera”), la obra maestra de Jasper Johns, creada en 1955, y sin duda su pieza más conocida, polémica y representativa. Realizada con encáustica (collage) de trozos de periódicos bañados con cera fundida, y teñida posteriormente, Johns reivindicaba con esta obra la manualidad, el arte más artesanal más democrático en contra del espontáneo del expresionismo abstracto. Aunque contestatario, Johns nunca fue muy amigo del grupo de artistas encabezados por Jackson Pollock, a los que consideraba distantes del público, y por tanto, autores de un arte fallido.
Doble lectura
Para rebatir a los abstractos, el estadounidense recurrió a una propuesta que no puede menos que subrayar la fina ironía del autor. Emplea una bandera, un icono que no representa la subjetividad del autor sino algo colectivo. Pero al mismo tiempo, la bandera de Johns agrede a unos y reconoce a otros. Pues si millones de americanos veían su bandera como motivo de orgullo, los recortes de prensa empleados por el artista muestran una realidad diferente y difícil, una realidad cargada de racismo, pobreza y otras desigualdades sociales. Para Rafael Iglesias, hacer arte a partir de un icono como son las banderas supone también un interesante desafío a todos los niveles. “¿Es una bandera o un cuadro que representa a una? —plantea al analizar sus últimas creaciones— No sólo, sino también. Como una bandera transmite realidad y arte o ficción de forma sencilla y sintética, y también como una bandera toma una posición definida claramente, como icono de identidad. En definitiva se convierte en un símbolo, también de ocupación, en un continente de mensaje plural”. Y con este planteamiento, el deseo de Iglesias ha sido ofrecer no versiones sino “perversiones” de banderas, “fieles representaciones gráficas del espíritu político esencialmente perverso de los gobernantes de los países que representan. Malvadas y distorsionadas, retorcidas como los intereses y las consecuencias de la ingerencia política de estos países, sean estas por acción directa como por omisión, al obviar y mirar tranquilamente a otro lado para evitar responsabilidades”.
Rafael Iglesias comenzó su actividad plástica en el mundo del cómic, dibujando multitud de ilustraciones e historietas para publicaciones como Tótem o El Víbora. Recientemente también ha revolucionado las calles de la capital hispalense con una polémica campaña gráfica para promocionar el uso del preservativo. Su técnica parece efectiva: llamar la atención para, entonces, golpear al receptor con un mensaje contundente.
CAMBIO 16 / 28 marzo 2005 / Nº 1.738 / CULTURA Y SOCIEDAD
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