Ilustrar significa, literalmente, «dar claridad por medio de la luz». La razón principal por la cual una casa tiene ventanas es para dejar que la luz entre en las habitaciones. Las ilustraciones le son al mensaje lo que las ventanas a la casa. Una ilustración ilumina tanto la estructura como el contenido. Se pueden crear magníficas y elaboradas imágenes sin que acabemos comprendiendo la verdad sobre el tema del que se está hablando. Por medio de una buena ilustración la gente puede llegar a entender con rapidez las verdades expuestas.
Una ilustración sin mensaje
es como un condimento sin comida
La ilustración tiene que aclarar el contenido del mensaje. Si no tiene buen contenido, no es más que una imagen hueca que rellena un espacio y nos deja vacíos. La ilustración no solo ilumina sino que también cumple otra función importante para el mensaje: le da vida y despierta interés de nuestra mirada. Sin duda una de las claves para que las personas sigan mirando atentamente es la calidad de las ilustraciones. Si deseas ser un eficaz comunicador, deberás aprender a usar/crear, una buena ilustración.
Hacia la reflexión crítica
... Esta fauna humana (sin desperdicio alguno) es el objeto de trabajo y de reflexión de Pablo Pino. Una humanidad donde el petroleo vale más que el respirar, dónde los niños y las niñas son más inteligentes que estos líderes adultos y donde la hipocresía reina a sus anchas.
A través de disparos a nuestras conciencias con la sátira más mordaz y libre, Pablo nos da un empujón hacia la reflexión crítica y la construcción de ciudadanía que tanta falta nos hace. Sonríanse con amargura de este ser humano, animal asocial y ridículo, pero no se quede en la sonrisa; comparta la reflexión y actúe; actuemos.
(Un porqué para unas tiras) un texto de Beatriz
sobre las imágenes de Pablo Pino.
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