domingo, 6 de enero de 2008
La "democracia" de la violencia
...Tradicionalmente la guerra fue un enfrentamiento entre Estados. Un conflicto entre fuerzas armadas organizadas y jerarquizadas, representantes armados del Estado. El objeto de las guerras ha sido siempre la conquista territorial y la derrota del enemigo estatal. En ese sentido, la guerra tradicional es un fenómeno muy bien definido. Ahora tenemos un nuevo tipo de guerra. Ya no tenemos guerras de Estados como tales. El objeto ya no es la conquista territorial. En el mundo moderno el territorio dejó de ser símbolo de prestigio. Un país puede tener un territorio enorme, pero eso no significa que sea poderoso. Al revés. Muchos países con grandes territorios son muy débiles como Estados. Por ejemplo, Sudán. El territorio no tiene importancia. Lo que cuenta es el poder económico y militar. Se cambiaron los actores y los objetivos de la guerra. Ahora tenemos muchos actores distintos: mafias, milicias tribales, terroristas, narcotraficantes, mercenarios. Se trata de grupos armados que se independizaron del Estado. El Estado como tal ha perdido el monopolio del instrumento de la violencia, rompiendo con una de las definiciones tradicionales de la naturaleza de todo Estado: el de monopolista de los instrumentos de violencia. Los actores de la violencia se han "democratizado" y actúan de forma independiente, y son estos grupos los que empezaron a crear nuevas situaciones de conflicto militar.
La guerra tradicionalmente fue financiada por el Estado, con recursos del Estado. Ahora estos grupos que utilizan la violencia a su libre arbitrio se autofinancian, ya sea mediante el robo, o la inversión en paraísos fiscales, o el lavado de dinero, o la invasión y uso de las minas de diamantes o el dinero del narco, y se vuelven independientes económicamente. Ya no necesitan al Estado, al contrario, el Estado se convierte en su enemigo principal. En su competencia...
...La civilización moderna en Occidente se basa en el entretenimiento. Es una cultura de la alegría consumista, de las eternas vacaciones, del turismo, del ocio, del tiempo libre, de las compras sin fin. Los líderes de estos países saben que una sociedad así, hedonista, lo último que quiere saber es de víctimas y de guerras. Pero al mismo tiempo, el mundo occidental necesita fortalecer su presencia en el mundo, mantener sus reservas de gas y petróleo y todas las cosas que se derivan de este imperativo. Y esto sin poner en contra a la opinión pública de sus países, incluso diría de nuestros países. Por ello tuvimos que inventar un método que, por un lado, permita a la sociedad continuar con su ritmo de consumo y su vida dedicada al ocio y, por el otro, simultáneamente, conserve nuestros recursos y nuestra influencia en el mundo. De ese dilema viene el concepto de guerra sin víctimas, único en la historia de la humanidad...
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Entrevista con Ryszard Kapuściński
por Ricardo Cayuela Gally
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Kapuściński nació en Polonia. Fue escritor y reportero, siendo considerado una de las figuras más interesantes de la cultura europea. Sus libros son fiel reflejo de la riqueza y complejidad de distintas culturas cuyos valores muestran una vitalidad muy por encima de las nacionalidades y los tiempos. Se le ha llamado el mago del reportaje.
Libros de Ryszard Kapuscinski:
Encuentro con el otro
Viajes con Heródoto
Los cínicos no sirven para este oficio
El mundo de hoy
Un día más con vida
El Imperio
Desde África
Ébano
La guerra del fútbol
El Sha o la desmesura del poder
El Emperador
Lapidarium I, II, III, IV, V
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