domingo, 27 de enero de 2008

El impasse melancólico










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Political satire of ex-president Emile Lahoud.
Photographic image by Stephen Banham.
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LÍBANO / ANÁLISIS SOBRE EL VACÍO DE PODER
Y LA CRISIS CONSTANTE

El impasse melancólico
Por Iñaqui Gutiérrez de Terán
El autor, arabista, analiza la situación del Líbano, un país en permanente crisis política y en el que no se ha podido elegir un nuevo presidente desde que Émile Lahud dimitiera en noviembre.

En una visita realizada a Beirut a mediados de enero, el secretario general de la Liga Árabe, Amru Musa, se decía en voz alta que el mundo árabe no puede entender lo que está pasando actualmente en Líbano. Con toda seguridad, muchos debieron de pensar: y los libaneses tampoco. Han pasado semanas desde que el anterior presidente, Émile Lahud, abandonara su cargo y el puesto sigue vacante. Y lo que es peor: de no mediar un verdadero milagro político, es improbable que vaya a ser cubierto en un plazo inmediato. Y eso a pesar de las mediaciones, propuestas y presiones regionales e internacionales que se producen desde hace meses. O, quizás, precisamente por eso.

El origen de la crisis actual, que ha derivado en un vacío de poder presidencial inédito en la historia libanesa, tan abundante por otra parte en episodios peripatéticos, debe buscarse en la pugna entre la facción gubernamental y la opositora por asegurarse una cuota favorable de poder. Aunque, en principio, no debería guardar relación, las fuerzas del 14 de marzo (mayoría en el Parlamento) y del 8 de marzo (oposición) vinculan, sobre todo las segundas, el nombramiento definitivo del presidente con una remodelación de los cargos ministeriales y la introducción de reformas electorales. Algunos, como el general Michel Aoun, portavoz de las fuerzas opositoras en este asunto y aliado circunstancial de Hezbolá, han hablado incluso de un adelanto de las elecciones legislativas y una fórmula particular de reparto en el seno del Consejo de Ministros: 11 carteras para la oposición, 14 para la mayoría parlamentaria de Saad Hariri y aliados y cinco para prohombres afines a la presidencia. Esta fórmula y otras de la más variada índole han sido rechazadas. Lo más curioso de todo esto es que la identidad del candidato presidencial ha sido definida y aceptada por todas las partes en litigio. Pero el general Michel Suleimán, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, lleva demasiado tiempo esperando la luz verde del Parlamento. Éste debe, para dar validez al nombramiento, eliminar las trabas constitucionales que impiden que un funcionario de primer rango, en este caso del Ejército, acceda a la Presidencia. Y luego, votar, siempre y cuando se dé un quórum inexistente hasta ahora...

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www.diagonalperiodico.net

2 comentarios:

Anónimo dijo...

noaz en phanta rei

http://www.fotolog.com/noaz/26619634

obey apoya a obama en su carrera presidencial

http://www.contraindicaciones.net/2008/01/y_obey_dijo.html

saludos

sr redondo dijo...

el perro se reinventa en democracia

http://corazonardura.blogspot.com/2008/01/democracia-nihilismo-activo.html

son cuestiones de arte pero me parecen interesantes, ya que siempre ha sido referencia para el diseño

saludos