lunes, 14 de diciembre de 2009

El Premio Nobel os hará libres











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Rafa Iglesias /
La Haine
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El pasado jueves 10 de diciembre de 2009 le han dado el Nobel de la Paz a Obama. Comandante en jefe de unas fuerzas armadas que actualmente invaden a dos países con la coartada de la necesidad imperiosa (o imperial) defender la democracia, la libertad y la paz, como asegura el premiado mientras se preparan otros miles de soldados para exportar y explotar.

Qué cinismo el de hoy. Y que casualidad también que esas naciones aludidas sean de vital importancia estratégica y económica para sus planes de maquillada expansión colonialista. A la que ahora se llama eufemísticamente globalización. El mismo laureado presidente que mantiene aún hoy Guantánamo, un campo de concentración fuera de territorio nacional propio y de cualquier jurisprudencia legal, donde los recluidos no tienen ninguna cobertura, asistencia ni protección jurídica ni humanitaria. Igual que en Mathausen en Austria o Auswich en Polonia. Igual, no parecido. Igual. Arbeit macht Frei. “El trabajo os hará libres”, rezaba el lema en la entrada al campo de producción y exterminio.

Qué cinismo el de ayer. Que buen slogan también para esa sociedad de consumo capitalista donde habitamos, castigándose y devorándose a si misma con total falta de piedad. Una fábrica de dinero hipócrita y cruel, donde la esencia idealista del ser humano bueno siempre muere o se trueca por migajas de crédito. A costa de lo que sea. Donde el fascismo se disfraza de democracia y libre albedrío, cuando los sistemas de opresión y presión son muchos y bastante más sutiles que la violencia desnuda. Como es la hábil campaña de publicidad, puede que engañosa (marketing y merchandising a fin de cuentas) que va pareciendo que es la mediáticamente prometedora “nueva época” Obama.

Qué cinismo el de mañana. Sólo nos vende lo antiguo, pero con un nuevo envoltorio. Los mismos perros de la guerra, pero con distintos collares. Más de lo mismo, pero con nuevo barniz de progresismo social. Un poco más oscuro, pero que no tapa del todo las vergüenzas del imperio y sus objetivos prioritarios: Más que ayer, pero menos que mañana.

Otro slogan que sin duda expresa... lo que quieren.

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