¿Cómo surgió el proyecto, a causa de qué?
Surgió por necesidad. Diseñar para UMF es como poner un contrapeso en una balanza. Trabajábamos como diseñadores en proyectos comerciales, pero teníamos la necesidad de proponer otros contenidos independientes del mercado. El momento clave donde se empezó a visualizar de manera definitiva el proyecto fue con la guerra de Irak, cuando participamos en un foro gráfico en etapes.com.
UMF nace de un vacío local respecto a lo que podríamos denominar grafica política y social hecha por diseñadores. Lo cierto es que la mayoría de nuestros referentes son grupos y diseñadores foráneos que tratan temas no comerciales: Grapus, Nous travaillons ensemble, el Fantasma de Heredia, Alain Quernec, Lex Drewinski, Josua Berger de Plazm, David Tartakover, Teresa Sdralevich, Gunter Rambow, Alejandro Magallanes de La Máquina del tiempo, Frederic Delterne Luba Lukoba…
El “diseño social” fue uno de los primeros descubrimientos interesantes de nuestra etapa formativa y todavía hoy seguimos considerando que es una de las prácticas más creativas y estimulantes de nuestra profesión.
¿Cuáles son los integrantes que forman Un mundo Feliz?
En la parte gráfica Sonia y Gabriel. En la de interactivos y películas Javier, Galfano, Fernando e Ignacio. También han colaborado en proyectos específicos María y Kevin.
¿Es un proyecto abierto o cerrado (tanto a participación como ha tiempo)?
No está claro. UMF no es una empresa ni tiene fines lucrativos. Por otro lado la estructura se adapta a los proyectos. Por ejemplo “Bad news, malas noticias” fue un foro abierto a todo el mundo. En ese sentido pensamos que son trabajos que pertenecen a la filosofía de UMF. Lo importante de UMF no es quien lo forma, sino la capacidad de generar ideas y proyectos con contenido y carácter social. Siempre estamos abiertos a realizar proyectos con otros grupos y a compartir nuestro tiempo y trabajo con otra gente.
¿Cómo promovéis la página, como pueden llegar a conocer estos trabajos la gente?
Bueno la principal promoción fue “Bad News / Malas Noticias”, donde hicimos un llamamiento internacional en foros y lo enviamos a muchos diseñadores por email. Algunas de las postales han aparecido firmadas con la dirección www y, por supuesto, un espacio ideal para darse a conocer son las publicaciones en las que hemos participado: The design of dissent / Diseño de protesta, SocialDesignZine Vol. 1, Select B,C y D, Graphic design from Spain, Our City, Our Walls. No RNC Poster Project, Font Aid III: Fleurons of Hope, a Collaborative Typeface en Building Letters, Peace Signs: The Anti-War Movement Illustrated / Carteles contra una guerra…
De todas formas, hay que reconocer que la web es un espacio ideal para desarrollar proyectos a escala nacional e internacional ya que es muy barato y llega a mucha gente.
¿Intentas aplicar la ética a todos tus trabajos o existe la separación de la que hablan muchos diseñadores entre trabajo “personal” y “profesional”?
La ética es una cuestión general. Es una manera de estar y de interpretar la vida o de comportarse. Todos tenemos una ética… En los trabajos “profesionales” la ética depende de la relación con el cliente y de la interpretación del mensaje respecto a los usuarios finales. En los proyectos de UMF la ética tiene que ver principalmente con un punto de vista “personal” del tratamiento de los mensajes respecto a los posibles destinatarios. Lo que diferencia los trabajos de UMF respecto a otras propuestas es que el proyecto siempre nace del autoencargo.
Tal vez si que sirva de detonante a personas para pensar sobre este mundo pero, ¿crees que estos mensajes llegan a quien hacen de este mundo, un mundo triste?
Son mensajes en una botella. No sabemos donde llegarán, pero los lanzamos. Un ejemplo interesante. Uno de nuestros proyectos lo hicimos para mostrarlo primero en Londres. Es el video “Padres, maridos, hijos…”. Luego siguió nuevos caminos; lo presentamos en un centro de ayuda a mujeres maltratadas y tuvo una acogida muy buena porque visualizaba el conflicto de una manera bastante didáctica; y en un segundo momento Caja Madrid lo compró para su colección de video experimental proyectándolo en La Casa Encendida y en el Centro de Arte Reina Sofía dentro del proyecto “Cárcel de amor, relatos culturales sobre la violencia de género”… ¿Cuál es la función o uso más adecuado? No lo sabemos, pero lo cierto es que cuando llega a un número mayor de personas se vuelve “más público” y las posibilidades de interpretación que ofrece aumentan considerablemente. EL proyecto ha sido visto en distintos centros de arte, sin embargo, nosotros preferimos considerarlo más como un documental que explica e interpreta un problema, que como una obra “artística”.
A partir de esta investigación sobre la ética llegue a la conclusión de que no nos hace falta la ética, ni se lo que es, si no que lo que necesitamos es ser responsables cada uno consigo mismo, ¿qué opinas sobre esta reflexión?
Bueno, como nos propone el diccionario María Moliner, ética es “parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre”. Entre las obligaciones que cada uno de nosotros podemos considerar está, tanto lo que hacemos como lo que dejamos de hacer, y por supuesto, nuestras responsabilidades con los demás y con nosotros mismos. Sin estas interdependencias no existe el sentido ético, sino lo que llamamos el sentido personal o ego-ista. El “yo” es muy pobre sin el “tú” o el “nosotros”…
Por cierto, estas razones nos permiten ejercer una autocensura y, así, algunas unas veces no decimos todo lo que nos gustaría, porque entendemos que podría hacer daño e interpretarse de una forma equivocada.
En un mundo tan sumamente enredado y frenético crees que es necesario un diseño ético o a veces la solución sería preguntarse si de verdad la sociedad necesita ese objeto, cartel… Este camino puede dejar sin trabajo a diseñadores, pero a lo mejor es la solución…
Discernir entre lo que es o no necesario, es un problema. En nuestra sociedad capitalista parecen necesarias muchas más cosas y objetos que en una menos desarrollada. También sucede que según cambiamos y vamos madurando cambian nuestros intereses y necesidades, lo que ayer era importante hoy ya no vale, es un des-hecho. Yo creo que es un tema de consciencia personal y de grupo, pero en una sociedad libre y democrática es difícil educar para tomar las decisiones adecuadas...
¿Cuál sería tu mundo feliz?
Nuestro mundo es bastante feliz, podemos elegir, podemos pensar, tenemos una independencia económica bastante generosa como para poder investigar y reflexionar por nuestra cuenta. La verdad es que los proyectos de UMF surgen ante lo que Susan Sontag denomina “el dolor de los demás”. Una parte esencial de ese sentido ético que nos interesa surge del acto de observar, de tratar de entender que pasa en el mundo y de la preocupación por ser conscientes de la realidad de los demás. Ten encuenta que digo “los demás”, no “los otros”. Los demás son seres humanos como nosotros, con los que nos podemos identificar; los otros son los desconocidos, los peligrosos, gente a la que despreciamos, que nos da miedo… aquellos de los que no nos fiamos.
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