Algunas fotografías —emblemas del sufrimiento, como la instantánea del niño en el gueto de Varsovia en 1943, con las manos levantadas, arreado al transporte hacia un campo de exterminio— pueden emplearse como memento mori, como objetos para la contemplación a fin de profundizar en el propio sentido de la realidad; como si de iconos seculares se tratase. Pero eso parecería exigir un espacio equivalente al sagrado o meditativo en el cual se pueden mirar. Es difícil encontrar espacio reservado para la seriedad en una sociedad moderna, cuyo modelo principal del espacio público es la megatienda (que también puede ser un aeropuerto o un museo). (Susan Sontag. Ante el dolor de los demás. Suma de Letras, Madrid, 2004, p. 137)
—Diseños creados a partir de las imágenes producidas en el «Taller de fotogramas gigantes por Ilan Wolff» en ArteDiez.
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Ilan Wolff es conocido por las fotografías que realiza en su furgoneta, convertida en cámara estenopeica, con la que ha recorrido varios continentes. En ArteDiez impartió un taller basado en la elaboración de fotogramas (huellas lumínicas sobre papel fotográfico) de varios metros a los que denomina «Lunagramas». Como los fotogramas de gran formato de Wolff son siempre colaborativos, en ArteDiez contó con la participación de los alumnos del ciclo de fotografía.
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https://artediez.es/blog/taller-de-fotogramas-por-ilan-wolff/
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