La palabra como arma
Emma Goldman
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¡Destrucción y violencia! ¿Cómo va a saber el hombre ordinario que el elemento más violento en la sociedad es la ignorancia; que su poder de destrucción es justamente lo que el anarquismo está combatiendo? Tampoco está al tanto de que el anarquismo, cuyas raíces, como fuera, son parte de las fuerzas naturales, destruyendo, no el tejido saludable, sino los crecimientos parasitarios que se nutren de la esencia vital de la sociedad. Simplemente está limpiando el suelo de hierbajos y arbustos para que, con el tiempo, dé un fruto saludable.
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Alguien ha dicho que se requiere menos esfuerzo mental para condenar que lo que se requiere para pensar. La generalizada indolencia mental, tan presente en la actual sociedad, nos demuestra que esto es cierto. En vez de llegar al fondo de cualquier idea dada, para examinar sus orígenes y significado, la mayoría de las personas la condenarán en su conjunto o dependerán de algunos prejuicios o definiciones superficiales de los aspectos no esenciales.
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El anarquismo anima al hombre a pensar, a investigar, a analizar cada proposición; pero para no abrumar al lector medio, comenzaré con una definición y posteriormente la desarrollaré. Anarquismo: La filosofía de un nuevo orden social basado en la libertad sin restricciones de leyes artificiales; la teoría es que todas las formas de gobierno descansan en la violencia y, por tanto, son erróneos y peligrosos, e igualmente innecesarios.
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Emma Goldman (2010). La palabra como arma. Terramar Ediciones, Buenos Aires. p. 18-19.
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