sábado, 17 de noviembre de 2007

¿Nos hace libres la verdad?
















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Ilustración de Tomi Ungerer
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Depende de qué se entienda por verdad, qué se entiende por libertad y cuál el contexto en el que nos encontramos. La idea de libertad constituye uno de los objetos esenciales de la política y de la vida humana. Por ello, su significado ha evolucionado a lo largo de la historia. Las revoluciones americanas y francesa, y posteriormente el liberalismo consagraron el principio de libertad política como fundamento de las sociedades libres. La libertad se entiende desde entonces como un conjunto de libertades, como los derechos de los ciudadanos y de las minorías, garantizados por una constitución; como la facultad de hacer y decir todo aquello que no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres de una sociedad.

La libertad también puede ser entendida como la capacidad de elegir la mejor opción, para ello será necesario conocer las posibilidades reales y de ellas distinguir la mejor: es ahí donde entra la verdad. Sin verdad no podemos distinguir lo real de lo irreal, lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso. Sin verdad no existe libertad.

Ahora bien, la verdad transciende a lo personal y subjetivo. Orwell intelectual comprometido que “es capaz de ver y que coloca la realidad por encima del idealismo y la militancia”, “llegó a la conclusión de que si se abandona la idea de que la historia puede y debe ser escrita con veracidad se da paso a un mundo de pesadilla en el que cualquier dictador puede controlar el futuro y el pasado.”. El historiador Fernando García de Cortazar considera “Época extraña la que vivimos en España. Época de doble moral y doble palabra, en la que se manipula el pasado y se nos hurta el presente”donde el Poder “considera intrínsecamente buenos a los que perdieron las guerras de su tiempo o fueron victimas del poder.”La verdad está en nuestro mundo y puede ser compartida y manipulada por todos gracias a la libertad, la cual nos ayuda a conocer la verdad. De esta manera, una sociedad que niega la verdad no puede ser una sociedad libre.

Poder, libertad y verdad están íntimamente unidos. La historia nos enseña que entender la libertad en términos de poder sobre los demás sólo lleva a enfrentamientos y crímenes, donde el dominio del “más fuerte” impera, incluso en sociedades democráticas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y bueno, la imagen a las finales es como "come libertad maldito amarillo" .... saludos
[Rem-Shinigami]